Se estima que 103 millones de personas transitamos diariamente por las ciudades mexicanas, y ni todas las personas tenemos la posibilidad de elegir el modo de viaje ni todas las ciudades ofrecen alternativas de transporte asequibles para la población más vulnerable. El transporte público concesionado de pasajeros en el país es prioritario para el traslado de los habitantes, por este medio se transportan diariamente más de 68 millones de personas en zonas urbanas de toda la República Mexicana y de él dependen directa e indirectamente más de 440 mil familias. (1)

El 87.76% del transporte público colectivo concesionado sigue operando bajo el modelo hombre-camión, que ofrece baja calidad de servicio, inseguridad, altos costos ambientales y un esquema financiero difícil de transparentar, aun cuando se trata de servicio público. El sector vive una situación complicada, que se agrava por el incremento en los costos para brindar el servicio, y hace más difícil optimizarlo, ya que no permite renovar la flota, se consumen más combustible por kilómetro. (2)

(1) SEDATU-GIZ-BID. Anatomía de la Movilidad en México, Hacía dónde vamos, México, 2018. Pág. 10

(2)  Ídem. Pág. 13

El transportista es cautivo también de impuestos y debe reaccionar ante las políticas locales y nacionales, es un hecho que, con los aumentos en el costo de los combustibles, lubricantes, reparaciones, neumáticos, refacciones, unidades, impuestos, grúas y trámites, entre otros, se ha pulverizado la actual tarifa.

Si se quiere terminar con la sobreoferta, la desorganización, y los accidentes que ponen en riesgo la vida del usuario por la “guerra del centavo”, la mejor opción es cambiar el esquema de organización y forma de operación actuales.

En nuestra ciudad el transporte público de pasajeros concesionado atiende el 78% de los viajes en la ciudad, moviliza 20.1 millones de pasajeros diariamente en la Ciudad de México (CDMX) y su Zona Metropolitana, y de su actividad, dependen directa e indirectamente más de 100 mil familias, por lo que es un sector estratégico para la economía local.

El actual esquema tarifario es poco flexible y politizado, el proceso de modernización del transporte concesionado de la ciudad, hace necesaria una política sustentable que promueva la inversión y eleve la calidad del servicio en el transporte público.

Es necesario que el Gobierno de la CDMX, proporcione a las nuevas empresas, conformadas por transportistas concesionarios, certidumbre jurídica, que haga posible su formalización legal, laboral, financiera y fiscal, además una sana competencia entre prestadores de servicio privado y organismos públicos del mismo gobierno.

Los viajes metropolitanos (los que cruzan el límite del la Ciudad de México y el Estado de México), pasaron del 17 a casi el 22 por ciento; esto significa poco más de 4.5 millones de viajes por día. Se estima que para el 2020 esta cifra será cercana a los 5.6 millones de viajes y representará cerca del 20% del total de viajes en la ZMVM (28.3 millones de viajes en total). 

De esta forma, la movilidad en el Valle de México se enfrenta a varias distorsiones e insuficiencias en los modos de transporte y en la red de vialidades saturadas con desarticulaciones e ineficiencias que afectan la velocidad, tiempos de traslado, el ambiente y la salud de los habitantes.  

Los problemas de transporte y movilidad son asunto de enorme trascendencia para la actividad económica, la Ciudad de México está frente a una oportunidad inigualable para promover alternativas de transporte más eficientes, económicas y sustentables ante el reto de enfrentar una compleja problemática urbana y de espacio público.